1. ¡Todos a la Mesa! ¿O no?
Es una tradición que está cambiando con el tiempo (por suerte) y cada vez es más frecuente organizar cocktails con movilidad, Finger Food’s Gastronómicos en el que los invitados interaccionan, hablan unos con otros y lo más importante, no están obligados a «soportar» (para bien o para mal) a los mismos compañeros de mesa durante 2 horas seguidas. Aunque optemos por una cena de pie y más distendida no significa que nadie se pierda ningún detalle y por supuesto que se deban habilitar espacios de descanso y zonas chillout para que la gente pueda sentarse y continuar con una velada distendida y agradable. Són más las ventajas que obtenemos realizando un cocktail finger food que una cena emplatada, pero si obligatoriamente optamos por una noche de gala o protocolaria no tendremos más opción que sentarnos todos a la mesa.
Un cocktail gastronómico también permite al inivtado escoger lo que quiere comer, beber y sobretodo dónde quiere estar. Si lo completamos con Bufets variados y temáticos, barra de cocktails y un buen surtido de postres, el éxito está asegurado. Otra ventaja del finger food frente a la cena tradicional es el coste, notablemente inferior debido al ahorro de logística y personal. Brindaremos por el resultado y tendremos a los jefes contentos… a los empleados aún más.
2. «Quiero a mi empresa, también quiero a mi Marca, pero hoy déjame respirar».
No se debe organizar una cena de navidad pensando en una campaña de Marketing unilateral para nuestros empleados. Hay empresas que nos encargan campañas de interacción corporativa en la cena de Navidad y nuestra reacción en la oficina es unánime: Si, pero con mucha medida. Hay que tener en cuenta que es de los pocos días en el que staff y directiva disfrutan de cierta libertad, diversión y relax, sin olvidar que eso también hace equipo. Nos es lógico que bombardeemos con mensajes, vídeos y regalos corporativos a nuestros invitados, al fin y al cabo valorarán más una cena divertida y con buenos servicios que una campaña de marketing en su único día «libre» con sus compañeros.
Es curioso como muchas marcas confunden este aspecto, ¿A caso un empleado no valora mucho más un buen espectáculo original que una memoria USB con el logotipo de la empresa? Damos por sentado que si, pero muchos departamentos de marketing siguen sin valorarlo. Como decía Confucio «Dime algo, y lo olvidaré. Enséñame algo, y lo recordaré. Hazme partícipe de algo, y lo aprenderé»
3. «Yo no quiero agua, yo quiero bebida.»
Alcohol: Mejor calidad que cantidad. Queda demostrado que las cenas de Navidad tienen 2 protagonistas opuestos; aquellos que pasan una noche divertida y agradable y en el lado opuesto aquellos que desearían volver atrás para no decir aquel inoportuno comentario y quitarse la corbata de la cabeza. En la mayoría de las ocasiones va relacionado directamente con el alcohol y su cantidad. Hay muchas opciones interesantes y originales para ofrecer una velada alternativa a grandes cantidades de alcohol entre las que destacamos el Molecular Experience o el Show de coctelería creativa con cócteles que potencian más el sabor que la cantidad de espirituoso. Ofrecer un surtido de shows que incluyen servicio de copas como puede ser las Champagne Flaire, Piano Bar, Miss Caviar en los cuales prima más el espectáculo que la cantidad de bebida en sí.
Por lo tanto, abogamos por medir la cantidad y apostar por calidad en todo momento, al final los invitados recuerdan la experiencia más que la cantidad de copas que se han tomado.
4. «En cualquier lugar está bien, total es para la cena de Navidad…»
Error; el 60 % del éxito de un evento reside en la elección acertada del espacio en el que se realizará. ¿Por qué? Muy sencillo: Uno puede ser un excelente pintor; pero si le dan un caballete roto, un pincel sin cerdas y un bastidor torcido el cuadro dejará mucho que desear. Debemos escoger el venue según variables tan importantes como la cantidad de personas, formato de cena, tipos de shows que se realizarán, sonorización, proyecciones, distancia de la oficina, transportes, iluminación y un hadicap muy importante: Calidad-Precio…
Sin duda es una de las partidas en las que los departamentos se deberían fijar más detenidamente, ya que si sorprendemos a los invitados con un espacio singular en el que nunca haya estado y lo sumergimos en un ambiente especial, será el primer impacto el que juegue a nuestro favor y gane su predisposición a que sea una gran noche, incluso antes de empezar.
5. «Por favor, conquistame por el estómago»
«Era una cena tan tan tan barata que casi ni se comía» Esa es la reflexión que algunos responsables de cuentas nos hacen explicando sus experiencias pasadas en la organización de cenas de Navidad. Un fallo muy común en la cena de empresa., sobretodo cuándo el jefe de departamento aconseja «gastarse lo menos posible». En ocasiones es preferible optar por no hacer la
cena navideña (si ese año no se disponen de los presupuestos necesarios para hacer algo con cara y ojos) a provocar una auténtica «revuelta» de empleados disgustados, que han perdido una noche de su vida y de estar con sus familías, por acudir a un intento de cena en el que les han servido 4 canapés, olivas y patatas chips (Ahora tan finamente llamadas Snacks
Tempurizados).
Apostar por una gastronomía de calidad, fresca, original y divertida es una de las bases para el éxito de la cena de empresa. Como afirmaba Gabriel García Márquez «El amor es tan importante como la comida. Pero no alimenta.»
Esperamos que todos estos conceptos se vayan asumiendo año tras año, fiesta tras fiesta y que a la hora de organziar un evento de este tipo se piense mucho más en el «cómo» y no tanto en el «cuánto». Ambos conceptos se pueden llevar muy bien, simplemente hay que ponerse en manos de profesionales.
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