Exploramos la antigua fábrica mercedes: un venue industrial con alma propia

¿Cómo se transforma un espacio abandonado en una idea de evento? En este artículo, te llevamos con nosotros a descubrir uno de los espacios más impactantes de Barcelona: la antigua Fábrica Mercedes. Un lugar que no solo inspira por su estética, sino por todo lo que podría llegar a ser.

Una visita con mirada de producción

La antigua Fábrica Mercedes es un espacio industrial de más de 6.500 m² ubicado en el barrio de Sant Andreu. Aunque hoy no se celebra ningún evento en él, decidimos explorarlo con mentalidad de productores, preguntándonos: ¿qué tipo de experiencia podríamos crear aquí?

La primera impresión impone. Paredes de ladrillo visto, estructuras metálicas, ventanales altos, suelos desgastados… Todo respira historia. Pero también posibilidades.

En nuestro recorrido, analizamos cada rincón desde lo técnico y lo creativo: accesos, iluminación natural, altura, acústica, zonas de carga. Este tipo de scouting nos ayuda a detectar los retos y también el potencial narrativo de cada venue.

El poder de la estética industrial

Uno de los grandes valores de este espacio es su estética brutalista y su capacidad para generar atmósferas. No necesita disfraz. Cada detalle —el óxido en una viga, los reflejos sobre el cemento, las texturas del abandono— construye una escenografía natural difícil de igualar.

Y eso es precisamente lo que buscamos muchas veces en un venue: que cuente algo por sí solo. Que no sea solo un contenedor, sino parte de la historia del evento.

Este tipo de espacios industriales reconvertidos están cada vez más presentes en eventos de marca, rodajes, shootings o lanzamientos que buscan diferenciarse. Y Barcelona, en ese sentido, tiene joyas como esta.

Pensar el evento antes del evento

Durante la visita, imaginamos cómo podríamos intervenir el espacio respetando su carácter. ¿Un evento nocturno con mapping en las paredes? ¿Un recorrido inmersivo entre columnas y vigas? ¿Un banquete entre grúas industriales?

Nada está producido aún, pero el proceso de imaginar forma parte del trabajo. Ver el espacio en bruto es, muchas veces, el primer paso del diseño de experiencia.

Y es también un ejercicio que nos permite anticipar retos: cómo climatizar un espacio así, qué permisos harían falta, cómo adaptar la técnica a un lugar con infraestructuras mínimas. Este tipo de análisis previo es clave para que el evento, cuando llegue, fluya.

Espacios que marcan la diferencia

Cada vez es más difícil sorprender. Todos los venues parecen los mismos, todas las fórmulas se repiten. Por eso es tan importante encontrar espacios que rompan la norma. Que hablen. Que tengan capas.

La antigua Fábrica Mercedes es uno de ellos. No solo por su arquitectura, sino por lo que puede llegar a ser. Como productores, visitarla fue un recordatorio de que a veces los mejores eventos empiezan mucho antes del montaje. Empiezan con una visita, una idea y un lugar que te activa.